-Moraleja-dijo el narrador-: la locura es una flor en llamas. O en otras palabras, es imposible inflamar las cenizas muertas, frías, viscosas, inútiles y pecaminosas de la sensatez.

Angela Gorodischer
en La resurrección de la carne.

30.12.09

2, 22, 222... quién quiere ser feliz lo sea!



Ver a Branduardi me redimió de tanto número dos 
en este día, en este año, en esta vida.
2 pesos
2 números
2 horas
2 relojes al pedo
2 tardanzas
2 pérdidas
2 llamados
2 cafés
2 trenes
2 calles
2 cartas
2 hermanas
2 violines
2 historias
22 el loco me dijo no sé quién
222 perdidos en alguna estupidez


el tema de arriba es
il trionfo di Bacco e Arianna
sobre un poema de Lorenzo de Médici


Quant’è bella giovinezza che si fugge tuttavia! 
Chi vuol esser lieto, sia: di doman non c’è certezza. 
Quest’è Bacco e Arianna belli, 
e l’un dell’altro ardenti: 
perché ‘l tempo fugge e inganna, 
sempre insieme stan contenti. 
Queste ninfe ed altre genti 
sono allegre tuttavia. 
Chi vuol esser lieto, sia: 
di doman non c’è certezza. 
Questi lieti satiretti, 
delle ninfe innamorati, 
per caverne e per boschetti 
han lor posto cento agguati; 
or da Bacco riscaldati, 
ballon, salton tuttavia. 
Chi vuol esser lieto, sia: 
di doman non c’è certezza. 
Queste ninfe anche hanno caro 
da lor esser ingannate: 
non può fare a Amor riparo, 
se non gente rozze e ingrate: 
ora insieme mescolate suonon, 
canton tuttavia. 


Chi vuol esser lieto, sia: 
di doman non c’è certezza.

Qué bella es la juventud que sin embargo se escapa, quién quiera ser feliz que lo sea, porque de mañana, no hay certeza! 

Genio el Lorenzo, eh? hace 500 años más o menos escribió esta gran verdad verdadera del mundo mundial! como diría Manolito Gafotas de Elvira Lindo.
El de abajo es un tema llamado Tango que lo único que tiene de tango es la tristeza.
Angelo Branduardi es el autor de Alla fiera dell' est,  
se lo cantaba a mi sobrino mayor cuando era bebé ( cuando su madre me dejaba)
y para terminar con un Tango en serio, va la letra de éste:

Se Va La Vida




Se va la vida...
Se va y no vuelve...
Escuchá este consejo:
si un bacán te promete acomodar,
entrá derecho viejo.
Se va, pebeta...
¿Quién la detiene?
¡Si ni Dios la sujeta!
Lo mejor es vivirla y largar
las penas a rodar.

Yo quiero, muchacha,
que al fin mostrés la hilacha
y al mismo recuerdo
le des un golpe de hacha.
Decí, ¿pa qué querés
llorar un amor
y morir, tal vez,
de desesperanza?
No regués la flor
de un sueño infeliz
porque, a lo mejor,
la suerte te alcanza
si te decidís.

Se va la vida...
Se va y no vuelve...
Escuchá este consejo:
si un bacán te promete acomodar,
entrá derecho viejo.
Pasan los días,
pasan los años,
es fugaz la alegría...
¡No pensés en dolor ni en virtud!
¡Viví tu juventud!

Se va la vidaTango. 1929. Música: Edgardo Donato. Letra: María Luisa Carnelli

a mi viejo  a quien el barba le sacó la etiqueta este año, y a varios más, que andan vivitos y boludeando.

28.12.09

Hay un camino correcto en la noche de navidad?




                                                      

                                              


                                              

Era la noche vieja, como dirían los españoles, habíamos cenado, habíamos hablado lo que teníamos que hablar, y estábamos esperando el momento de la repartija. La repartija de regalitos, una pavada dicen las viejas, pero una pavada al fin.
El brindis este año vendría medio "chauchón" , diría en su lunfardo mi papá , que murió en agosto.Un brindis contenido para no llorar, para no extrañar, para no pensar.
Entonces subí a la terraza, me encanta la terraza de mi tía, pasar la oscuridad llena de trastos, despacio, sin luz, sin tropezarse, como los gatos, así, sigilosamente, y llegar al fresco. A las estrellas. Al gran espacio que se abre sobre los techos de las casas ajenas, las calles vacías, las ventanas lejos iluminadas, para imaginar historias, para abrir los brazos y agradecer la libertad, la belleza de la noche , ver  la luna tapada por nubes blancas. Y mirar el tanque de agua. Esa maravilla que forma parte de mi vida, de mi infancia  y mis tiempos locos ya no tan infantiles.
Después asomarse y ver las calles vacías en ese instante de la navidad en que todavía no hay fuegos artificiales, ni bombas de estruendo, ni cañitas voladoras, nada. Nada de nada. Nadie de nadie.
Y de pronto lo ví. Un tipo sentado allá abajo. El zoom de la cámara no me daba para acercarme tanto, no podía verle la cara. Sólo veía su silueta. Y sólo veía que miraba para abajo, no levantaba la vista ni tenía la ansiedad del que espera un colectivo o taxi. Lo observé varios minutos. Y él, seguía en su postura de lama tibetano, mirando el piso, la nada quizá.
Me dio una sensación de tristeza, de que algo le pasaba, no estaba en estado de satori, estaba como los que van a tirarse de un puente en cualquier momento. Quise bajar a decirle algo, a preguntarle por qué estaba tan solo. Tan indiferente a lo que pasaba a su alrededor .Por qué no se inquietaba. Por qué me inquietaba a mí. Pasaban los minutos y seguía así. Nada. Pensé por un momento que estaba muerto sentado. Rígor mortis. Alguien lo mató y lo dejó ahí. Nadie advertiría nada hasta pasada la una de la mañana , en que todo el mundo sale a festejar.
Unas vocecitas infantiles me distrajeron desde el otro lateral de la terraza. Miré la luna nuevamente. Y pensé que ya había tenido bastante Tánatos este año como para enroscarme con más.
Bajé las escaleras y vi a mi primo con su remera de Cayman Islands. Me dio risa. Ví a mi hijo quemado salvajemente por el sol del mediodía a punto camarón. Me dio risa. Ví el pesebre que había armado mi tía esa misma tarde, cuando antes lo empezaba el 8 de diciembre y lo terminaba el diez más o menos, con montañas de papel creep y talco para simular la nieve. Ví en el medio la figura del Jesús bebé, entre la vaca y el carpintero, y su madre al lado, como si nunca hubiera parido. Se acercó mi tía con una botella en la mano. Tomás sidra vos?
Si tía, tomo sidra.

Al rato miré por la ventana y ya se lo habían llevado. O quizá se tiró en el río. Preferí pensar que pasó el colectivo correcto hacia el camino de su navidad.

24.12.09

¿Usted es feliz?


Así me dijo el médico ayer. En tono de pregunta me lo dijo. Jamás me lo habían preguntado así. Con ese gesto adusto. La avenida Cabildo allá abajo. A lo lejos. El aire acondicionado dándome en la cabeza. El ruido que subía, típico de un veintitrés de diciembre.
¿Usted es feliz?
¿En qué sentido?
No filosofemos, me dijo, digamos en sentido general.
Yo podría morir hoy y estar satisfecha, si a eso se refiere. Pero ¿feliz?
La felicidad es un término tan subjetivo, cómo contarle de mi estado esta mañana al ver el violín sobre la mesa ,esperando en su caja antigua, por mis manos o la de mi hijo para que lo saquen de ahí, lo hagan sonar, lo vuelvan vida?
Cómo contarle que la lluvia cae mansa y frágil en los techos, el aire entra fresco, el cielo está gris y han puesto Mozart en la radio?
¿Cómo? ¿Eso constituye la felicidad? ¿Saber que mi hijo duerme en su cama, bajo mi mismo techo, es esa la felicidad? Para mí sí.

Pero hay otros momentos, en que mi pensamiento divaga, por los hospicios y las cárceles, las gentes bajo los techos de chapa y los que tienen malaria. He visto mucho por el mundo, he visto mucho de lo bueno como de lo  malo, para ser rotundamente feliz, esféricamente feliz.
Sé que tengo una sensibilidad extrema a situaciones que otros pasan de largo. ¿Ve? ¿Ve allá abajo, en la Avenida? Parecen hormigas , peor, parecen termitas, consumiendo, regalando a quienes odian, sólo un día, sólo por un día, buscan la foto. Yo no, me han sacado ya muchas fotos, no quiero más fotos de compromiso, ahora yo saco a quien quiero.

Si la pregunta está contestada me alegro, doctor mío, si no, lamentablemente le tendré que decir, que no, no soy feliz. Pero es mi esencia. Nací para ser enfermera sin fronteras y acá me tiene, casi una burguesa intelectual.

Sabe qué me gustaría, estar ayudando a los saharahuis, estar en Kabul, en Sodoma o en Gomorra, pero estar donde me necesitan los oprimidos. Pero todavía tengo un hijo a mi cargo que me necesita. Y bastante le hice vivir , al pobre, como para abandonarlo por los más necesitados. Mientras tanto, escribo, mientras tanto pinto, mientras tanto me hago la enferma y vengo a hablar con usted. Para probar que todos los psiquiatras son iguales. Recetan y adormecen a los sensibles llamándoles bipolares o TOC o ansiosos, como usted quiera, póngale usted el nombre que para eso estudió. Y le agradezco por eso Doctor, le agradezco.

Ahora soy yo la que pregunta: es  usted feliz sobre esta alfombra beige, con sus zapatos lustrados, los libros tan ordenados, el portero recogiendo la basura y usted teniendo que bajar a abrirme, quejándose del ruido de la avenida, cuando sabe que en el mundo hay injusticias extremas,  abusos de menores,  violaciones , asesinatos, hambre y mafias?
¿Va a brindar con champagne usted esta noche? Ah! no ...usted no festeja la Navidad! Va entonces, a brindar con champagne el treinta y uno?
Por quién va a brindar Doctor, dígame ?
¿quién es el cuerdo aquí de los dos?

Me fui de aquel edificio, y respiré el aire cochino del colectivo 80, me apretaban  los trabajadores que volvían de su laburo. Reflexioné sobre la impulsividad y la necesidad de proteger a otros, como me dijo el Doctor. Y me sentí un poquito menos loca. Más humana.

21.12.09

una que me llegó, de lo mejor para lo mejor


the puente toma people

Las estrellas, la lune, Galilei y Fresán. A los que se tienen que conformar con viajar viendo películas.



Epure si muove, diría el genial Galileo, quien dibujo esta bella luna y sus fases, más otros planetas.Quien enamorado de una dama le puso un nombre especial a esa luna que él miraba. Quien en un diciembre frío o caluroso de hace 400 años descubría el telescopio, el objeto más hermoso, simple y revolucionario como pocos en toda nuestra visión y cosmogonía.

Epure si muove, y sin embargo se mueve, este maldito año digo, este 2009 que a muchos de los hijos de Saturno nos trajo tantas malas leches.
Leo a Fresán en el Página 12 y miro las estrellas y la luna, lo mejor que me puede pasar, lo que les deseo a todos, tener un petit espacio en en esta cortísima vida para mirar el cielo, y ver las estrellas.

Y se aproxima Fin de Año y todo se mueve. Afuera y adentro. Son esas fechas en que la gente mira atrás para seguir adelante y las reuniones globales para evitar el auto-apocalipsis acaban en acuerdos de mínimos mientras incubamos el efecto especial de nuestra extinción. Paz en el mundo y se honra, se supone, el nacimiento de alguien que llegó de muy lejos –un avatar de un poder superior que se instaló un tiempo donde viven los monstruos y pagó el precio de ser rey por un ratito– y acabó siendo sacrificado y lanzado de regreso hacia el infinito y más allá. Muchos creen en él y aguardan su retorno. Yo, por mi parte, ya no sé muy bien en qué creer; por lo que pido, apenas, un minuto de silencio por George Bailey, aquel viajero que jamás pudo salir de Bedford Falls y que, seguro, tuvo que conformarse con viajar viendo películas que transcurrían en otros planetas.
Qué bello es partir.

Callo y otorgo.

18.12.09

las altas lavandas que alguna vez planté


vuelo 
sin fondo ni red
la única que me sostiene
a veces 
es la gata
que me lame y lame
como para que no me 
escape de este bendito mundo


hay viento del sur
el viento mío
el que mueve las persianas
y golpea suave
esta noche luminosa 
de la ciudad en sordina

recuerdo las lavandas
crecidas
y plantadas una a una
son altas ya
como los hijos que tuvimos



festejo
festejo tanto 
haberme parido

7.12.09



Qué sé yo dónde me metí esta vez
lo que sí sé es que me cuesta salir
como de una ciénaga donde en el fondo habitan las estrellas
o como de un sol infestado de caparazones de caracol


a dónde irá mi alma esta noche?
a donde irá mi día esta tarde?
sólo espero, cada día un poco más de benevolencia,
y a veces, ni hasta eso.


Sólo que llegue la noche y fumar un faso en paz, sin recordarte.

28.11.09

limpieza

Tengo que olvidar
las lavandas crecidas para vos
el mosquitero para mi ventana del trencadis
y sobre todo
el camino de lajas rojas
de lajas rojas
que fue lo último que hicimos juntos
juntos
vos
él y yo.


no quiero ser trágica
tengo que ver el cerezo que jamás dio frutos
y este año sí
tengo que ver la plancha que me regalaste
aunque yo no plancho
el mate que dice mi nombre
el mate que dice el tuyo
la aspiradora que se lleva todo lo malo
la licuadora que licúa la mierda
de los que me llaman invasora
desestabilizadora
y frente a tu cajón
no se dejan abrazar
están más muertos que vos
más muertos
más muertos para mí.


este año
lo empezamos juntos aquí
te acordás
en este jardín
estaba la gata y vos habías perdido tus antejos
y habías soñado que estaban en el cuarto de los materiales
cúantas veces buscamos no?
cuántas?
viejo taimado!




miro el nogal y lloro
sin llorar claro
lloro la vida que me dejaste ahí
y que me quieren quitar
vender vender vender
la guita es lo único que importa en este mundo
en este mundo
en el tuyo no hay herramientas que te afanan
no?
en tu mundo no hay puteadas


quién sabe nadie lo mucho que te cuidé
quién sabe
nadie
lo que vivimos acá
vos
él y yo
en los inviernos que pega el viento sur
sentado en una silla en el medio de la calle
tiritando de frío o cagazo
porque te quedabas duro
tapado con mi ruana negra
quién lo sabe ?
quién?




llevame con vos
llevame


no acabo de cerrar el duelo en tu casa
ahora viene ésta
para que unos cuántos gandules que no saben nada de lo que aquí vivimos
pasen sus vacaciones felices
sin respeto
por lo que acá vivimos
por lo que acá vivimos
vos
él y yo.


Hay rosas
está lleno de rosas
pero no están podadas.
Hay calas, están secas.
Las lavandas están buenas.
Las hiedras creciendo.
La amphelopsis .
Y Nevada te busca en Buenos Aires.
Nevada ya no anda por acá.
Estoy sola.
Como siempre.


Hay tanto laburo
tanto
y te fuiste.
Y yo estoy frágil.
Frágil de amor, frágil.
Los malos amigos se borran cuando te ven llorar.
Vos lo sabés.


Sólo la tía, sólo ella, me abraza, y llora conmigo.


Cómo hago para desmantelar todo el amor
y el dolor
que metí en esta casa antes del veinte de diciembre?
Me ayudás desde arriba.
Gracias una vez más.




25.11.09

Cadáveres


Cadáveres / Néstor Perlongher (Avellaneda 1949- San Pablo, 1992)

a Flores

 


Bajo las matas
En los pajonales
Sobre los puentes
En los canales
Hay Cadáveres

En la trilla de un tren que nunca se detiene
En la estela de un barco que naufraga
En una olilla, que se desvanece
En los muelles los apeaderos los trampolines los malecones
Hay Cadáveres

En las redes de los pescadores
En el tropiezo de los cangrejales
En la del pelo que se toma
Con un prendedorcito descolgado
Hay Cadáveres

En lo preciso de esta ausencia
En lo que raya esa palabra
En su divina presencia
Comandante, en su raya
Hay Cadáveres

En las mangas acaloradas de la mujer del pasaporte que se arroja
por la ventana del barquillo con un bebito a cuestas
En el barquillero que se obliga a hacer garrapiñada
En el garrapiñiero que se empana
En la pana, en la paja, ahí
Hay Cadáveres

Precisamente ahí, y en esa richa
de la que deshilacha, y
en ese soslayo de la que no conviene que se diga, y
en el desdén de la que no se diga que no piensa, acaso
en la que no se dice que se sepa...
Hay Cadáveres

Empero, en la lingüita de ese zapato que se lía disimuladamente, al
espejuelo, en la
correíta de esa hebilla que se corre, sin querer, en el techo, patas
arriba de ese monedero que se deshincha, como un buhón, y, sin
embargo, en esa c... que, cómo se escribía? c. .. de qué?, mas, Con
Todo
Sobretodo
Hay Cadáveres

En el tepado de la que se despelmaza, febrilmente, en la
menea de la que se lagarta en esa yedra, inerme en el
despanzurrar de la que no se abriga, apenas, sino con un
saquito, y en potiche de saquitos, y figurines anteriores, modas
pasadas como mejas muertas de las que
Hay Cadáveres

Se ven, se los despanza divisantes flotando en el pantano:
en la colilla de los pantalones que se enchastran, símilmente;
en el ribete de la cola del tapado de seda de la novia, que no se casa
porque su novio ha
….........................!
Hay Cadáveres

En ese golpe bajo, en la bajez
de esa mofleta, en el disfraz
ambiguo de ese buitre, la zeta de
esas azaleas, encendidas, en esa obscuridad
Hay Cadáveres

Está lleno: en los frasquitos de leche de chancho con que las
campesinas
agasajan sus fiolos, en los
fiordos de las portuarias y marítimas que se dejan amanecer, como a
escondidas, con la bombacha llena; en la
humedad de esas bolsitas, bolas, que se apisonan al movimiento de
los de
Hay Cadáveres

Parece remanido: en la manea
de esos gauchos, en el pelaje de
esa tropa alzada, en los cañaverales (paja brava), en el botijo
de ese guacho, el olor a matorra de ese juiz
Hay Cadáveres

Ay, en el quejido de esa corista que vendía "estrellas federales"
Uy, en el pateo de esa arpista que cogía pequeños perros invertidos,
Uau, en el peer de esa carrera cuando rumbea la cascada, con
una botella de whisky "Russo" llena de vidrio en los breteles, en ésos,
tan delgados,
Hay Cadáveres

En la finura de la modistilla que atara cintas do un buraco hubiere
En la delicadeza de las manos que la manicura que electriza
las uñas salitrosas, en las mismas
cutículas que ella abre, como en una toilette; en el tocador, tan
...indeciso..., que
clava preciosamente los alfiles, en las caderas de la Reina y
en los cuadernillos de la princesa, que en el sonido de una realeza
que se derrumba, oui
Hay Cadáveres

Yes, en el estuche de alcanfor del precho de esa
¡bonita profesora!
Ecco, en los tizones con que esa ¡bonita profesora! traza el rescoldo
de ese incienso;
Da, en la garganta de esa ajorca, o en lo mollejo de ese moretón
atravesado por un aro, enagua, en
Ya
Hay Cadáveres

En eso que empuja
lo que se atraganta,
En eso que traga
lo que emputarra,
En eso que amputa
lo que empala,
En eso que ¡puta!
Hay Cadáveres

Ya no se puede sostener: el mango
de la pala que clava en la tierra su rosario de musgos,
el rosario
de la cruz que empala en el muro la tierra de una clava,
la corriente
que sujeta a los juncos el pichido – tin, tin... – del son-
ajero, en el gargajo que se esputa...
Hay Cadáveres

En la mucosidad que se mamosa, además, en la gárgara; en la también
glacial amígdala; en el florete que no se succiona con fruición
porque guarda una orla de caca; en el escupitajo
que se estampa como sobre en un pijo,
en la saliva por donde penetra un elefante, en esos chistes de
la hormiga,
Hay Cadáveres

En la conchita de las pendejas
En el pitín de un gladiador sureño, sueño
En el florín de un perdulario que se emparrala, en unas
brechas, en el sudario del cliente
que paga un precio desmesuradamente alto por el polvo,
en el polvo
Hay Cadáveres

En el desierto de los consultorios
En la polvareda de los divanes "inconcientes"
En lo incesante de ese trámite, de ese "proceso" en hospitales
donde el muerto circula, en los pasillos
donde las enfermeras hacen SHHH! con una aguja en los ovarios,
en los huecos
de los escaparates de cristal de orquesta donde los cirujanos
se travisten de ''hombre drapeado",
laz zarigueyaz de dezhechoz, donde tatúase, o tajéase (o paladea)
un paladar, en tornos
Hay Cadáveres


En las canastas de mamá que alternativamente se llenan o vacían de
esmeraldas, canutos, en las alforzas de ese
bies que ciñe – algo demás – esos corpiños, en el azul Iunado del cabe-
llo, gloriamar, en el chupazo de esa teta que se exprime, en el
reclinatorio, contra una mandolina, salamí, pleta de tersos caños...
Hay Cadáveres

En esas circunstancias, cuando la madre se
lava los platos, el hijo los pies, el padre el cinto, la
hermanita la mancha de pus, que, bajo el sobaco, que
va “creciente”, o
Hay Cadáveres

Ya no se puede enumerar: en la pequeña “riela” de ceniza
que deja mi caballo al fumar por los campos (campos, hum…),o por
los haras, eh, harás de cuenta de que no
Hay Cadáveres

Cuando el caballo pisa
los embonchados pólderes,
empenachado se hunde
en los forrajes;
cuando la golondrina, tera tera,
vola en circuitos, como un gallo, o cuando la bondiola
como una sierpe “leche de cobra” se
disipa,
los miradores llegan todos a la siguiente
conclusión:
Hay Cadáveres

Cuando los extranjeros, como crápulas, ("se les ha volado la
papisa, y la manotean a dos cuerpos"), cómplices,
arrodíllanse ( de) bajo la estatua de una muerta,
y ella es devaluada!
Hay Cadáveres

Cuando el cansancio de una pistola, la flaccidez de un ano,
ya no pueden, el peso de un carajo, el pis de un
''palo borracho", la estirpe real de una azalea que ha florecido
roja, como un seibo, o un servio, cuando un paje
la troncha, calmamente, a dentelladas, cuando la va embutiendo
contra una parecita, y a horcajadas, chorrea, y
Hay Cadáveres

Cuando la entierra levemente, y entusiasmado por el su-
ceso de su pica, más
atornilla esa clava, cuando "mecha"
en el pistilo de esa carroña el peristilo de una carroza
chueca, cuando la va dándola vuelta
para que rase todos.. . los lunares, o
Sitios,
Hay Cadáveres

Verrufas, alforranas (de teflón), macarios muermos: cuando sin...
acribilla, acrisola, ángeles miriados' de peces espadas, mirtas
acneicas, o sólo adolescentes, doloridas del
dedo de un puntapié en las várices, torreja
de ubre, percal crispado, romo clít ...
Hay Cadáveres

En el país donde se yuga el molinero
En el estado donde el carnicero vende sus lomos, al contado,
y donde todas las Ocupaciones tienen nombre….
En las regiones donde una piruja voltèa su zorrito de banlon,
la huelen desde lejos, desde antaño
Hay Cadáveres

En la provincia donde no se dice la verdad
En los locales donde no se cuenta una mentira
–Esto no sale de acá–
En los meaderos de borrachos donde aparece una pústula roja en
la bragueta del que orina-esto no va a parar aquí -, contra los
azulejos, en el vano, de la 14 o de la 15, Corrientes y
Esmeraldas,
Hay Cadáveres

Y se convierte inmediatamente en La Cautiva,
los caciques le hacen un enema,
le abren el c... para sacarle el chico,
el marido se queda con la nena,
pero ella consigue conservar un escapulario con una foto borroneada
de un camarín donde...
Hay Cadáveres

Donde él la traicionó, donde la quiso convencer que ella
era una oveja hecha rabona, donde la perra
lo cagó, donde la puerca
dejó caer por la puntilla de boquilla almibarada unos pelillos
almizclados, lo sedujo,
Hay Cadáveres

Donde ella eyaculó, la bombachita toda blanda, como sobre
un bombachón de muñequera como en
un cáliz borboteante - los retazos
de argolla flotaban en la " Sol ución Humectante" (método agua por
agua),
ella se lo tenía que contar
Hay Cadáveres

El feto, criándose en un arroyuelo ratonil,
La abuela, afeitándose en un bols de lavandina,
La suegra, jalándose unas pepitas de sarmiento,
La tía, volviéndose loca por unos peines encurvados
Hay Cadáveres

La familia, hurgándolo en los repliegues de las sábanas
La amiga, cosiendo sin parar el desgarrón de una "calada"
El gil, chupándose una yuta por unos papelitos desleídos
Un chongo, cuando intentaba introducirla por el caño de escape de
una Kombi,
Hay Cadáveres

La despeinada, cuyo rodete se ha raído
por culpa de tanto "rayito de sol", tanto "clarito";
La martinera, cuyo corazón prefirió no saberlo;
La desposeída, que se enganchó los dientes al intentar huir de un taxi;
La que deseó, detrás de una mantilla untuosa, desdentarse
para no ver lo que veía:
Hay Cadáveres

La matrona casada, que le hizo el favor a la muchacho pasándole un
buen punto;
la tejedora que no cánsase, que se cansó buscando el punto bien
discreto que no mostrara nada
– y al mismo tiempo diera a entender lo que pasase –;
la dueña de la fábrica, que vio las venas de sus obreras urdirse
táctilmente en los telares-y daba esa textura acompasada...
lila...
La lianera, que procuró enroscarse en los hilambres, las púas
Hay Cadáveres

La que hace años que no ve una pija
La que se la imagina, como aterciopelada, en una cuna (o cuña)
Beba, que se escapó con su marido, ya impotente, a una quinta
donde los
vigilaban, con un naso, o con un martillito, en las rodillas, le
tomaron los pezones, con una tenacilla (Beba era tan bonita como una
profesora…)
Hay Cadáveres

Era ver contra toda evidencia
Era callar contra todo silencio
Era manifestarse contra todo acto
Contra toda lambida era chupar
Hay Cadáveres

Era: "No le digas que lo viste conmigo porque capaz que se dan
cuenta"
O: "No le vayas a contar que lo vimos porque a ver si se lo toma a
pecho"
Acaso: "No te conviene que lo sepa porque te amputan una teta"
Aún: "Hoy asaltaron a una vaca"
"Cuando lo veas hacé de cuenta que no te diste cuenta de nada
...y listo"
Hay Cadáveres

Como una muletilla se le enchufaba en el pezcuello
Como una frase hecha le atornillaba los corsets, las fajas
Como un titilar olvidadizo, eran como resplandores de mangrullo, como
una corbata se avizora, pinche de plata, así
Hay Cadáveres

En el campo
En el campo
En la casa
En la caza
Ahí
Hay Cadáveres

En el decaer de esta escritura
En el borroneo de esas inscripciones
En el difuminar de estas leyendas
En las conversaciones de lesbianas que se muestran la marca de la liga,
En ese puño elástico,
Hay Cadáveres

Decir "en" no es una maravilla?
Una pretensión de centramiento?
Un centramiento de lo céntrico, cuyo forward
muere al amanecer, y descompuesto de
El Túnel
Hay Cadáveres

Un área donde principales fosas?
Un loro donde aristas enjauladas?
Un pabellón de lolas pajareras?
Una pepa, trincada, en el cubismo
de superficie frívola...?

Hay Cadáveres

Yo no te lo quería comentar, Fernando, pero esa vez que me mandaste
a la oficina, a hacer los trámites, cuando yo
curzaba la calle , una viejita se cayó, por una biela, y los
carruajes que pasaban, con esos crepés tan anticuados (ya preciso,
te dije, de otro pantalón blanco), vos creés que se iban a
dedetener, Fernando? Imaginá…
Hay Cadáveres

Estamos hartas de esta reiteración, y llenas
de esta reiteración estamos.
Las damiselas italianas
pierden la tapita del Luis XV en La Boca!
Las ''modelos" –del partido polaco–
no encuentran los botones (el escote cerraba por atrás) en La Matanza!
Cholas baratas y envidiosas – cuya catinga no compite – en Quilmes!
Monas muy guapas en los corsos de Avellaneda!
Barracas!
Hay Cadáveres

Ay, no le digas nada a doña Marta, ella le cuenta al nieto que es
colimba!
Y si se entera Misia Amalia, que tiene un novio federal!
Y la que paya, si callase!
La que bordona, arpona!
Ni a la vitrolera, que es botona!
Ni al lustrabotas, cachafaz!
Ni a la que hace el género "volante"!
NI
Hay Cadáveres

Féretros alegóricos!
Sótanos metafóricos!
Pocillos metonímicos!
Ex-plícito !
Hay Cadáveres

Ejercicios
Campañas
Consorcios
Condominios
Contractus
Hay Cadáveres

Yermos o Luengos
Pozzis o Westerleys
Rouges o Sombras
Tablas o Pliegues
Hay Cadáveres

– Todo esto no viene así nomás
– Por qué no?
– No me digas que los vas a contar
– No te parece?
– Cuándo te recibiste?
– Militaba?
– Hay Cadáveres?

Saliste Sol a
Con el Fresquito de la Noche
Cuando te Sorprendieron los Relámpagos
No Llevaste un Saquito
Y
Hay Cadáveres

Se entiende?
Estaba claro?
No era un poco demás para la época?
Las uñas azuladas?
Hay Cadáveres

Yo soy aquél que ayer nomás...
Ella es la que…
Veíase el arpa...
En alfombrada sala...
Villegas o
Hay Cadáveres

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No hay nadie?, pregunta la mujer del Paraguay.
Respuesta: No hay cadáveres.



Néstor Perlongher (Avellaneda 1949- San Pablo, 1992)

18.11.09

Gran hermana

Desafío.
Esa es mi mirada hoy.
Esa es.
Tapando historias detrás mío.


Pero hay un ojo que lo vio todo. 

Ese está en mí.