-Moraleja-dijo el narrador-: la locura es una flor en llamas. O en otras palabras, es imposible inflamar las cenizas muertas, frías, viscosas, inútiles y pecaminosas de la sensatez.

Angela Gorodischer
en La resurrección de la carne.

21.12.09

Las estrellas, la lune, Galilei y Fresán. A los que se tienen que conformar con viajar viendo películas.



Epure si muove, diría el genial Galileo, quien dibujo esta bella luna y sus fases, más otros planetas.Quien enamorado de una dama le puso un nombre especial a esa luna que él miraba. Quien en un diciembre frío o caluroso de hace 400 años descubría el telescopio, el objeto más hermoso, simple y revolucionario como pocos en toda nuestra visión y cosmogonía.

Epure si muove, y sin embargo se mueve, este maldito año digo, este 2009 que a muchos de los hijos de Saturno nos trajo tantas malas leches.
Leo a Fresán en el Página 12 y miro las estrellas y la luna, lo mejor que me puede pasar, lo que les deseo a todos, tener un petit espacio en en esta cortísima vida para mirar el cielo, y ver las estrellas.

Y se aproxima Fin de Año y todo se mueve. Afuera y adentro. Son esas fechas en que la gente mira atrás para seguir adelante y las reuniones globales para evitar el auto-apocalipsis acaban en acuerdos de mínimos mientras incubamos el efecto especial de nuestra extinción. Paz en el mundo y se honra, se supone, el nacimiento de alguien que llegó de muy lejos –un avatar de un poder superior que se instaló un tiempo donde viven los monstruos y pagó el precio de ser rey por un ratito– y acabó siendo sacrificado y lanzado de regreso hacia el infinito y más allá. Muchos creen en él y aguardan su retorno. Yo, por mi parte, ya no sé muy bien en qué creer; por lo que pido, apenas, un minuto de silencio por George Bailey, aquel viajero que jamás pudo salir de Bedford Falls y que, seguro, tuvo que conformarse con viajar viendo películas que transcurrían en otros planetas.
Qué bello es partir.

Callo y otorgo.

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