Andrea caminando en su propio laberinto de siete senderos
Juro que era más feliz
cuando limpiaba casas
El otro día, leí en el blog de Andrea Milde, el primero a la derecha en los blogs que están al costado,( por una u otra razón, no son todos los que sigo, son los que deben estar ahí). Y me quedé obsesionada con el tema del tiempo, oro para las escritoras y poetas , que tanto aún hoy , les exige la vida.
Me comparo con una mujer que trabaja en un banco, por ejemplo, y digo, pone su despertador, siempre a la misma hora, se ducha, siempre a la misma hora, llega impecable después de haber mandado los chicos a la escuela, despedir a su marido, o salir antes que él, viajar apretada o en su coche, llega y el aire acondicionado le hace poner su saquito, su uniforme o lo que sea, atiende bien o mal, depende de si pasó una buena noche o no, se toma su espacio para almorzar o hacer trámites, y sigue trabajando, vuelve a la casa, busca a los chicos, los lleva a quién sabe dónde, hace las compras, la cena, plancha y lava, mira un poco del noticiero para sentirse parte de algún mundo, se ocupa de la madre o de la hermana, o del tío enfermo, hasta ahí, podría ser una rutina que conozco, que la he realizado alguna vez, cuando las exigencias de la vida me lo pedían, en eso sí, estamos de acuerdo, pero la única diferencia es que si no escribo, si no tengo horas para sentarme a la computadora, yo, sencillamente, me muero. Me seco. Me agoto. Que no puedo ponerme el despertador a las seis si me acosté a las cinco , que me olvido de hacer las compras si estoy en ese estado que muchos dicen Alfa, y yo le digo Omega, porque me termina y me devasta. Miro la casa , el desorden reinante, los mails sin contestar, y con un mate sigo, no como, así aprovecho mejor el tiempo, me digo, pero a la semana de estar a mate el cuerpo no me rinde, me caigo o me mareo, y sin embargo el anhelo de tener un pequeño espacio del día, sólo par escribir poesía, me hace hacer transas, con mi cuerpo, con mi vida que después se pagan caras.
No entiendo la vida sin escribir. Desde los siete años que escribo poesía, y después cuadernos y cuadernos de vida, no me siento escritora, pero sí una mujer que escribe, y que no puede dejar de hacerlo.
Entonces cómo? Cómo se hace? Si de la poesía no se vive. Cómo? Hay que venderse siempre y escribir cualquier cosa para cualquier gente con tal de escuchar el sonido apenas audible del teclado, que es como un fino hilo que nos mantiene atadas a la vida?
Nada.
ESO.
Mi vida es eso.
Una lucha constante con el tiempo.
Estaré en peligro?
Aquí les pego lo que extraje del blog de Andrea, el texto del alemán al español fue traducido por ella.
Espero haber explicado un poco a mis amigos , por qué no los llamo, por qué no salgo, por qué no me ven hace rato.
Y sobre todo le agradezco a mi hijo, la infinita paciencia que me tiene, a pesar de mis rezongos, no es fácil ser hijo de una mujer que escribe.
Va:
Para Ingeborg Bachmann, escribir era la más dolorosa de todas las „maneras de morir“, los poemas de Sylvia Plath y Anne Sexton resultan de los daños, que les había inferido la realidad de los años cincuenta y sesenta en América (¡las madres! ¡los hombres!). Las dos se suicidaron. Sylvia Plath metiendo la cabeza en el horno de gas, no sin antes cortarse las venas, por si acaso. Anne Sexton intentó por primera vez quitarse la vida con 29 años. Muchos otros intentos seguirían, y años de terapia, en los que nunca dejó de hablar de suicidio llamándolo “la salida para mujeres”. Con 45 años se puso el abrigo de piel de su madre, se tomó un vaso de vodka, se metió en el garaje y se envenenó con los gases de escape. “Cuando la muerte coge a alguien y le aprieta las clavijas, es un hombre, pero si alguien se suicida, es una mujer.”
Für Ingeborg Bachmann war das Schreiben die schmerzlichste aller „Todesarten“; die Gedichte von Sylvia Plath und Anne Sexton entstanden aus den Beschädigungen, die ihnen die Realitäten der fünfziger und sechziger Jahre in Amerika (die Mütter! die Männer!) zugefügt hatten. Beide starben durch Selbstmord – Sylvia Plath steckte, dreißigjährig, den Kopf in den Gasofen, vorher schnitt sie sich zur Vorsicht auch noch die Pulsadern auf. Anne Sexton machte ihren ersten Selbstmordversuch mit 29 Jahren, es folgten noch viele weitere Versuche und Jahre der Therapie, in denen sie immer vom Selbstmord sprach und ihn „den Ausweg für Frauen“ nannte. Mit 45 Jahren zog sie den Pelzmantel ihrer Mutter an, trank ein Glas Wodka, ging in die Garage und vergiftete sich mit Autoabgasen. „Wenn der Tod einen nimmt und durch die Mangel dreht, ist es ein Mann. Aber wenn man sich selbst umbringt, ist es eine Frau“, schrieb sie.
Aus dem Vorwort des von Stefan Bollmann herausgegebenen Bandes „Frauen, die schreiben, leben gefährlich“, Elisabeth Sandmann Verlag
Prólogo del libro „Frauen, die schreiben, leben gefährlich“, publicado por Stefan Bollmann en la editorial Elisabeth Sandmann
7 comentarios:
No es robo, es ir de la mano y ver y sentir el mundo al compás. Me encanta.
Un abrazo enorme, Andrea.
Andre
Un beso y gracias por caminar al compás, ojalá lo hagamos la próxima , de verdad, en un laberinto de nieve!
Sólo por haber nacido mujer -en ciertas culturas- ya se está en peligro...
no me nombres a suicidas, no tienen nada que ver, ¿la diferencia contigo? tu rompes continuamente las influencias negativas y las conviertes en colores
abrazos, señora
Hola guapetona!!! pues ya ves, como es de bien nacidos ser agradecidos aquí me tienes, me paso por tu blog para saludarte, que gracias por tu visita again... Besotes
Xim
Gracias Mari luz, que si seguimos así te deberemos llamar Mari vela, eh?
Y gracias Xim, por ser agradecido, un valor que hoy creo, que se ha perdido bastante, aunque no en la comunidad de bloggers!
leéte "el último matriarcado" , está bueno...
proverbio catalán:
" Menjar bé y cagar fort, i no tinguis por de la mort"
(Come bien y caga fuerte y no tendrás miedo a la muerte) en sentido figurado y por supuesto literal
besos damas
mi abuela y mi madre decían:
caga duro y pilla fuerte, y no ten miedo a la muerte!
pero la medicina cambió Daniel!!!!!!
y yo no lo tengo miedo a la muerte!!!
Voy a leer el último matriarcado...
una pregunta, tenés alguien ahí en Madryn que sepa sobre Faros?
besos
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