ella jugaba a cantar a filmar
a envolverse en telas
fumaba su joint y sonreía
ella hacía que todos piensen
que estaba feliz con su vida
pero llamaba y llamaba y nunca
él le respondió
demasiada estupidez ¿no?
ah, me olvidaba que era presidente
un hombre muy ocupado
que cumplía años en mayo
quién sabe cuántos años
quién sabe cuántos recuerdos
le recorrieron la garganta
y las promesas, uf, las promesas
antes de tragar las pastillas
ella tenía todo
pero tampoco nada
bah, un llamado que no fue contestado a tiempo
happy birthday, mr president!
happy birthday to you!
Cuando era chica siempre pensaba en Marilyn y el presidente ese rubio que algunos decían que quería la paz y yo no entendía Vietnam, sólo a los hippies y a Hair, los artesanos de Plaza Francia y las sandalias que hacían, de cuero , y las polleras floreadas largas hasta los pies o las minifaldas , las máscaras que hacía mi hermano con algo de las palmeras, algunas me asustaban, como cuando me hacía la momia negra de Titanes en el Ring. Pobre Marilyn pensaba, llamar y que no te contesten. Después ya de más grande, cuando miraba los culebrones con mi vieja, Rolando Rivas taxista y esas de Migré que según mamá eran las únicas que se podían ver, porque tenían buen guión, me preguntaba que cosa era esa de la incomunicación, mientras me mordía las uñas y mi viejo me retaba porque creía que me las comía, yo jamás me las comí, siempre me las cortaba, nada más que en vez de usar tijera usaba los dientes, como los trogloditas, pero más troglodita me parecía la estúpida y concheta que representaba Soledad Silveyra o el otro, Claudio García Satur, cuando no se decían la verdad. Qué idiotas, pensaba yo acurrucada en el sillón verde. Si se quieren. Si se dijeran la verdad ya se podrían morir en paz, no importe lo que pase, pero hablá estúpida, decile que es lo que sentís, y así. Después , ya empecé a sentir que la vida era como un gran culebrón, en el que la gente no dice abiertamente lo que le pasa, sino que prefiere guardar la piedra para tirarla cuando se le antoje, no importa el otro, no... o la otra, ¿para qué? mejor callar y guardar, y un día todo explota, y comenzamos nuevamente con el mismo culebrón, que no es el de Migré, para nada, esos eran super ingenuos al lado de lo que vi en la vida. Lo último que recuerdo es un tipo, tratando de llamar a su amor desde mi teléfono inútilmente, ella no respondía, no le dejaban contestarle, pero él no dejaba de llamarla de cuanto teléfono echaba mano. Qué desesperación. No sé por qué me acordé de él hoy. Quizá porque desde el fondo de alguna estrella Marilyn Monroe me pasó la letra. Happy birthday to you.
4 comentarios:
ahora, con los celulares, lo de la pesadez de los enamorados ha alcanzado nuevas cimas.
En cuanto a las uñas, yo también creo que lo natural es cortárselas con los dientes, por supuesto.
besos
hola Manuel, el teléfono del enamorado era un móvil, y es exactamente igual, la tecnología avanza, pero la idiotez de la incomunicación, del silencio, del la mala costumbre de no devolver un mísero Hola, cómo estás, eso seguirá hasta el fin de los tiempos.
Y me encantó saber que hay alguien que entiende lo artesanal de cortarse las uñas con los dientes.
saludos por allá.
como no hay coincidencias sin significados, o en todo caso sincronías...
aprovecho, y desde acá también le mando un FELIZ CUMPLE! a Pili mi hija que hoy 24 cumple 24 ,y a todos los pendejos que como ella, recién se sientan a la mesa a devorar la vida que tienen servida...
y un beso a vos también!
Gracias Cima, ¡qué lindo cumplir años hoy en Argentina, no? tanto feriado!!!
eso sí que es fiesta fiesta! ...un beso a tu hija y que se devore la vida!
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