-Moraleja-dijo el narrador-: la locura es una flor en llamas. O en otras palabras, es imposible inflamar las cenizas muertas, frías, viscosas, inútiles y pecaminosas de la sensatez.

Angela Gorodischer
en La resurrección de la carne.

19.1.10

Noche sin eternidad





Hay una hora a la noche en que soy feliz


cuando los barcos a Colonia del Sacramento
ya no hacen ruido
cuando los muelles de Porto Venere muestran sus luces
desde un bar cerrado
cuando en Praha nieva despacito y liviano
los gritos de los niños de Milán ya no se escuchan 
jugando en la vereda
ni las ranas de Gräfelfing croan


hay una hora de la noche en que soy feliz


escuchando a Emilio en su Bañera inventada de Valencia
mirando por la ventana de la pensión de valparaíso
el mar oscuro
el acordeón de Ivan toca solo bajo las arcadas de Marienplatz
las campanas lúgubres de Köln
el risco de Famara se parece a un tsunami
que avanza sobre la islita de La Graciosa
y el aeropuerto de Dallas extiende su mullida alfombra gris
para los cuerpos en tránsito


hay una hora, no todas las noches,
en que soy feliz
recuerdo a los "pichis"  de Fogwill
hablando del miedo
y siento que todo termina al fin


todo


alguna vez en la vida

2 comentarios:

aguacateyfresas dijo...

Hay muchos momentos felices en mi vida, cuando leo tus entradas también es otro momento feliz, hay que disfrutar todo lo que podemos, lo que nos dejan y lo que no nos dejan también.

D.Laurencich dijo...

ansina es m´hijita!