-Moraleja-dijo el narrador-: la locura es una flor en llamas. O en otras palabras, es imposible inflamar las cenizas muertas, frías, viscosas, inútiles y pecaminosas de la sensatez.

Angela Gorodischer
en La resurrección de la carne.

30.1.10

Pensamientos de luna llena





En la Inquisición, como cualquier persona que sabe lo que es un blog, y que tiene acceso a ellos, supongo, sabe que quemaban mujeres, por el solo hecho de serlo.
Y si tenían gatos, peor.
¿ En la Inquisición solamente? Bueno, los métodos han cambiado, pero me parece que hay unos cuantos idiotas que siguen pensando lo mismo.
Hay una falta de gracia, de mínimo respeto, de posible razonamiento, en algunos imbéciles, que me hacen acordar a las mentes perversas de la Edad Media, y no tiene nada que ver su edad.
Conozco gente de veinte, de cuarenta, o de cincuenta, que por su cabeza pasan ganas de quemar a mujeres con gatos, por el sólo hecho de existir.
En el último año conocí varios de estos personajes, y otros que, ya los conocía de antes, casi diría del útero materno, o de mi más tierna infancia, me sorprendieron con sus comentarios , sus clasificaciones, sus modos.
Desde decirme que yo estaba en todos lados, por más que no esté, casi como un dios, diríamos, a escribir anónimamente en el blog de mi hijo, que  yo me acostaba con niños de catorce años!!!, hasta la peor idiotez de negarme el saludo porque meditando se les apareció la imagen mía, uniendo parejas...!
Ojalá tuviese esos poderes, ojalá pudiera estar en todos lados aunque no esté,
pero de qué me sirve, para qué, digo yo, quisiera estar en todos y cada uno de los lados, donde la miseria humana perfora cuerpos, o en la cabeza del escritor que como Fogwill, en su bestial novela Los Pichiciegos, relata la muerte de críos clase 64? Para qué?
¡Es la fama algo que me importa? NO, rotundamente no.
 He canjeado momentos de esplendor profesional desde mi juventud, momentos en que la crítica me nombró como la mejor artista joven del año y me quería hacer notas, por ir a cambiar pañales de tela,no había guita para descartables, lavarlos y secarlos al sol, cuando nació mi sobrina. Mi sol.
Jamás me interesó una crítica en mi carrera, desde el primer momento en que un crítico  que me adoraba, llegó a a galería, y cuando vio quién me presentaba en el catálogo y haber tenido riñas de homosexuales con esa persona, me hizo una crítica absurda, que por un lado me halagaba y por el otro le contestaba a mi presentador. Yo tenía veintidós años ¿ qué iba a saber de la vida en ese momento , más que intuirla apenas? . Recuerdo que estaba en el taller de una amiga, ¿una amiga?, bueno, en esa época sí, éramos grandes amigas si no había dinero de por medio. Y le dije, voy a llamar a la dueña de la galería, porque no entiendo esta crítica...ella tampoco, sólo la entendió y me la explicó mi gran amigo, y presentador, donuorribijapi...esa crítica es una antigua revancha, me dijo, no le des bola. A los veintitrés y ya en Alemania, leí la crítica en alemán, caratulándome como la Maga de los colores, yendo en el tren a trabajar limpiando una cantina...
Así siempre, así fue mi vida.
Desde entonces, las críticas me las paso por el reverendo sitio que todo el mundo se imaginará cuál es, de acuerdo, eso sí, de acuerdo a su grado de perversión.
¿Por qué hablo hoy de estas cosas? No lo sé, estoy esperando una guitarra que no llega, tengo calor en esta ciudad pestilente y aunque no la vea, la luna llena está , y alineada con Marte.
La luna llena, me hace hablar de estas cosas, es mi luna, tengo un gato, y soy mujer. ¿Seré bruja?

2 comentarios:

Mariluz GH dijo...

La envidia, señora mía, tiene la misma cara con diferente ADN ahora, ayer y siempre. Imbéciles y frustrados que van de "sabelotodo" e ignorantes que en su ignorancia desprecian la cultura...
sí, eres bruja ¡y a mucha honra! ¿no?

abrazo soleado (por fin) :)

D.Laurencich dijo...

jaja...puede ser mujer, yo creo que más bien hay gente que no tiene nada que hacer con su vida y se dedica a molestar a los demás.
Gracias