-Moraleja-dijo el narrador-: la locura es una flor en llamas. O en otras palabras, es imposible inflamar las cenizas muertas, frías, viscosas, inútiles y pecaminosas de la sensatez.

Angela Gorodischer
en La resurrección de la carne.

25.2.10

sentencia





agua
bajo un puente
donde hay unos adolescentes besándose
agua estancada
donde se juntan hojas
y basura
agua al lado del cemento
al lado de graffitis
audaces y misteriosos como siempre
de ágiles manos que apuran el gesto
para dejar huella
con la certidumbre de su eternidad
aunque sea por un instante 
hierros despintados de un anaranjado rabioso
que ya no grita
pero satura e ilumina
en contraste con el agua
con el gris del cemento que más allá
de los juncos
de las hojas
el agua
y la basura
se convierte en un rojizo tristón
donde alguien escribió una sentencia:
lo efímero y el sueño


vaya uno a saber si no son la misma cosa

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