-Moraleja-dijo el narrador-: la locura es una flor en llamas. O en otras palabras, es imposible inflamar las cenizas muertas, frías, viscosas, inútiles y pecaminosas de la sensatez.

Angela Gorodischer
en La resurrección de la carne.

13.8.11

Κρίστη Στασινοπούλου aeolos a ella



aeolosellosgreciagriegosmadrematriajulia

ella se levanta cada mañana
su madre
presencia y ausencia
dolor de no terminar
limbo de muerte que no llega

entra al auto
pone primera
mira hacia atrás
las sirenas no aúllan
todo está tranquilo en este mundo
ojalá lo hubiera estado antes
cuando su madre caminaba del brazo
entre los escombros de la guerra
la patria arrasada
sus amigos fusilados bajo su mirada
violaciones y cárceles

grecia prisión y barco
amor para más tarde
amor de padre que no quedó
hijos limpieza y gritos

ella llega al hospital
entra por la puerta de atrás
ya lo sabe
no hay guardias ni nadie pregunta
saluda y toma el ascensor
pasa la parte nueva
su madre está en la vieja
ahí morirá uno de estos días
cuando escuche una vez más
los labios de ella
todo lo que debías pagar
en esta vida
ya lo pagaste
nadie te persigue ya
nadie te busca
sólo el amor para llevarte
a un lugar más digno que tu vida



4 comentarios:

dodo dijo...

Hermoso poema, linda música.
Un bello homenaje.

D.Laurencich dijo...

Gracias Dodo, hacía días que la escuchaba, días, sin saber lo que dice, pero así es la música, no?

Julia dijo...

Ay nena, ay! Sos una grande, lo leo y lo vuelvo a leer y por mis húmedos ojos no cesan las imágenes, de infancia, de "extrajeridad", de historias de guerra y persecución, DE MADRE, de exilio, de encuentros y desencuentros, de carnavales en Mar del, de tus viejos, de mis viejos...Gracias por ese día en el hospital, gracias por tus palabras en este día en el que partió liviana, con esa liviandad que no pudo en vida...gracias

D.Laurencich dijo...

Julia, soy tan grande y tan pequeña como vos en estos momentos, frente a la eternidad nos reducimos a lo esencial.
Vos me llenaste en la infancia, los veranos de amor y de cuidados, de escondidas y complicidades, algo de eso te será devuelto por mí, ayer, hoy y siempre.
Te quiero.