-Moraleja-dijo el narrador-: la locura es una flor en llamas. O en otras palabras, es imposible inflamar las cenizas muertas, frías, viscosas, inútiles y pecaminosas de la sensatez.

Angela Gorodischer
en La resurrección de la carne.

14.8.11

Ensalada macho

Hoy cuando vine de votar, traje pan artesanal caliente. Sabía que a los adolescentes que pululaban por la casa anoche , llenando la madrugada de portazos y risas, música y cotilleos, lo devorarían como lo que es, pan caliente. Una de las cosas más simples y universalmente reconocidas como deliciosas.
Así como Ferrán Adriá, célebre por revolucionar la cocina española con su restaurante El Bulli, decía en un reportaje hace bastantes años que para él, no había nada más rico que un buen huevo frito, así digo yo, que el pan caliente al despertar un domingo, y mucho mejor si te lo llevan hasta tu propia cama, te puede cambiar el sentido de la vida. O por lo menos del día.
Así pues, que decidí alegrarles la magullada existencia a los adolescentes que dormían como sardinas sobre colchones tirados en el piso, ponerles un poco de rock`n roll a todo trapo, y despertarlos con el manjar.
Pero hete aquí, que la vida te da sorpresas, y cuando llegué con mi pan artesanal echando vaporcito a través de la bolsa, me encuentro con el dormitorio donde antes yacían ocho, cinco chicas y tres muchachos, vacío.
Me dirijo a la otra punta de la casa, hacia la mejor guarida de ellos cuando no están roncando, y allí me encuentro con este panorama:


Tres pares de ojos varoniles mirándome, en una tríada perfecta de colores primarios, el rojo el amarillo y el azul. Su postura me causó tanta gracia, tan serios ellos, que los retraté de inmediato. Porque a estos varones con cara de malos, les faltaban las doncellas. Las cinco se habían ido, dejándolos así, en esa armónica conjunción para una paleta de pintor pero no para iniciar un domingo.
Mientras bajaba la foto al ordenador, recordé cuando hace más de veinte años, había muerto mi madre y para quitarme la pena, me fui a lo de unos parientes que tienen campos en el medio de la Argentina, en un pueblito de no más de ocho manzanas por aquel entonces, en el que se divertían mucho, con cosas muy simples, tan simples como el pan caliente del domingo.
La primera noche, después de haberme comido unas tajadas de jamón crudo hecho por ellos mismos en alguna de las carneadas del año, con un vermouth que me aflojó las rodillas y bajo una parra que llenaba el patio y la vida misma de un sentimiento de  bienestar, me sentaron al lado de una parienta, una prima de mi padre, eslovena ella, de la cual nunca supe muy bien por qué era tan alta y deforme, muy parecida a Olivia de Popeye, muy divertida la tipa, con un corazón inflamado de simpleza y humor, generosidad y alegría.
Ni bien me siento a su lado me ofrece ensalada y me dice: No querés ensalada macho? La miro y le contesto negándome con la cabeza llena de vapores etílicos y una sonrisa que no me podía despegar de la cara.  Ella no dice nada y coloca la ensaladera nuevamente sobre la mesa. Pero mi lentitud para contestar no era la misma que mi presteza para preguntar, sin ningún tipo de vergüenza y pronunciando las p como si fueran b: Bero bor gué se shuama masho? A lo que me respondió con una picardía más criolla que eslovena: y porque tiene huevo!
Y no sé por qué, pero al acordarme de esa anécdota , a esta tríada de hoy, con los tres pares de ojos mirándome tan serios, le hubiese puesto el mismo nombre que a la ensalada.
El pan les cambió un poco los ánimos, claro. A falta de tortas , buenos son los panes, digamos.

4 comentarios:

Mariluz GH dijo...

Bendita edad :)

¡¡qué rico el pan calentito!! mmmmm

un beso, Di

¿quién ganará? o mejor ¿qué hará quien gane?

D.Laurencich dijo...

Mariluz, hoy se votaba para saber cuáles son los candidatos que quiere el pueblo para las presidenciales de octubre, por supuesto , yo espero que todo siga como está....

dodo dijo...

Hoy salgo de tu blog con una sonrisa enorme!!!

D.Laurencich dijo...

Bueno Dodo, lo conseguí!!! qué bueno...ayer estaba de tan buen humor que no quería dejar de escribir algo, para contrarrestar tanta amargura!! ja, beso